En agosto de 2019 acudí al hospital del Seguro Social para hacerme un chequeo anual preventivo, me tomaron una mamografía.
como parte de estos exámenes. El resultado, quistes simples benignos en ambas mamas, de 5 y 6mm y me indicaron tener un control Bianual. Después de saber este resultado me quedé preocupada necesitaba hacer algo para sentirme mejor porque no podía esperar dos años sin hacer nada al respecto. Entonces, decidí acudir al Centro de Terapia Alternativa Kauna, con Jens Laurits “Vacuum Therapy” o “terapia con vacío” popularmente llamado Terapia con chupones que ya conocía.
Jens, me aseguró que podía ayudarme y me indicó que debía tomar la terapia mínimo dos veces por semana, tomar medicamento homepático y como parte del tratamiento, una alimentación saludable, libre de carnes rojas, lácteos, soya y azúcar blanca, además, que debía sacarme endodoncias si las tenía y realizar alguna actividad física.
Acudí a las terapias una o dos veces por semana, y tomé muy en cuenta las recomendaciones del tratamiento, como la alimentación saludable, la medicina homeopática y la actividad física.
Sin embargo, por varias semanas o meses Jens me comentaba durante la terapia que tenía mucha energía, pero, ésta no era libre, estaba bloqueada, por lo que me invitó a participar de la Terapia Homa que Jens realiza todos los días a la salida y puesta del sol.
Esta terapia es proveniente de la medicina ancestral, Ayurvédica, nombre de un sistema de medicina tradicional y alternativa originario de la India que ayuda a establecer el equilibrio bioenergético en toda la naturaleza: atmosfera, suelos, aguas, plantas, animales y seres humanos.
En marzo del 2020, se declaró el estado de emergencia sanitaria por el COVID-19 y con eso como todos los centros de atención, cerraron, “Kauna” dejó de atender y quedaron atrás las terapias hasta enero del 2021 que empecé a retomar las terapias poco a poco, en vista que en el contexto de la pandemia todo se complicó. En octubre del 2021 decidí volver al médico que me ordenó la mamografía puesto que habían pasado los dos años para mi control, debo confesar que sólo tenía la esperanza que los quistes no hayan crecido, pero en cambio grande fue mi alegría cuando el resultado arrojó que todo estaba normal y los quistes había desaparecido.
Hoy quiero agradecer a Dios y a Jens, por todas sus enseñanzas y la atención y dedicación que puso en mi tratamiento y por todo lo que recibo en este tiempo porque no solo desaparecieron los quistes, sino también acudo al centro cuando me he sentido mal con otras dolencias, cuando me siento estresada , cuando por efectos de la pandemia siento miedo por mí o por mi familia, cuando me siento deprimida o simplemente cuando necesito estar bien.
Cusco; diciembre del 2021.
Rufina Romero Molina
Edad: 52 años
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